Un año más estoy
apuntado a mi maratón de Madrid, será el cuarto, y una vez más
antes de apuntarme pasé por esa fase de ¿y por qué tendría que
correr yo otro maratón? Por mi cabeza pasaron muchas ideas
contrarias a enfrentarse ese muro, como por ejemplo, que hay muchas
otras maneras de ponerse en forma, que yo no tengo tipo de
maratoniano, que una media se disfruta y una maratón se sufre, que
tarde o temprano acabaré con las rodillas cascadas, que además este
año tengo una boda justo el día antes...pero después de todos esos
“quédate en casa” acabaron asomando los recuerdos y las ideas
positivas, el recuerdo del orgullo que uno siente al cruzar la meta
aún cuando está machacado, el recuerdo de esos días en los que uno
está jodido un poco de todo y dices, “venga, a entrenar, que
quiero llegar al maratón” y durante esa hora y pico te olvidas de
todo, la convicción de que la maratón es un buen entrenamiento para
la vida, porque como dije en aquel ya lejano primer post de agosto de
hace tres maratones y que ratifico ahora, para un corredor del montón
como yo hacer una maratón es algo difícil, lo suficientemente
difícil como para poner a prueba lo mejor de mis energías y
habilidades y eso cuenta...
Para terminar el año,
una buena sensación maratoniana...Salí a correr en Arnedillo,
cerca del hotel-balneario donde estaba el día de nochevieja con un
amigo con la idea de hacer un pequeño entrenamiento de una horita de
rodaje, al poco de salir vemos un desvío que pone “Mirador del
buitre”, nos pica la curiosidad y venga que allá vamos. Al final
un camino de perros pero con unas vistas cojonudas al llegar a la
cima con unos 50 buitres sobrevolando. La bajada toda una
“aventurilla” con algún que otro rasponazo que no fue a
mayores...Fué más difícil que el entrenamiento inicial planteado,
con dos horitas y media de darse caña, pero mereció la pena.
Pues eso fue todo, a
los despistados que pasen por aquí, feliz 2015, que os traigan
muchas cosas sus Majestades los Reyes Magos y sobre todo no dejéis
de proponeros algún reto para 2015, que seguro que merece la pena
intentarlo (maratoniano o no).
Amigo! Feliz año nuevo y un alegrón verte de nuevo por estos lares! Me alegro de que comiences el año preparando Mapoma. Este año nos veremos en la salida, a pesar de que correré "solo" la Media Maratón. Dudé como bien dices en disfrutar el maratón. Pero este año las piernas me piden un poco de tregua. Pero veremos. Los corredores somos carne de cañón y rápidamente nos venimos arriba. Sigo tu preparación. Poco a poco iré poniendo al día mi blog y compartiré mis andanzas. Tampoco he estado parado. Un abrazo enorme!
ResponderEliminarUn abrazo enorme compańero, allí nos vemos. Un honor tu visita, gracias! !
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